RELIGIOSIDAD, UN ESPÍRITU MANIPULADOR…

 Cuando hablamos de religiosidad a menudo ignoramos que se trata de un espíritu manipulador que afecta nuestra mente y pensamientos de forma tal que nos induce sutilmente a confundir lo bueno con lo malo y viceversa, saber que es un espíritu y conocer sus estrategias lo dejan al descubierto y nos ayudan a echarlo fuera en el nombre de Jesús.

 Algunas de sus estrategias;

•  El espíritu de religiosidad te deja atorado en la pequeña mancha o defecto del hermano o iglesia y no te deja ver todas demás virtudes que posee, manteniéndote todo el tiempo molesto y criticando, en lugar de valorando, apoyando y fortaleciendo lo bueno.

•  El espíritu de religiosidad te hace descalificar de forma permanente y progresiva a todos tus hermanos por un pequeño detalle que veas en su vida, actitud o forma de pensar, para que así poco a poco no tengas nadie en quien confiar y con la suficiente autoridad como para darte un consejo o una palabra de parte de Dios y te vuelvas independiente, autónomo, o sabio en tu propia opinión.

•  El espíritu de religiosidad te hace pensar que la interpretación que tú le das a la palabra es rema dogmatico en la iglesia, palabra infalible y no te deja comprender la flexibilidad y adaptabilidad del evangelio, haciendo que tu solo te pongas en contra de tus propios hermanos y así mantener dividido en el cuerpo de Cristo.

•  El espíritu de religiosidad te hace pensar que ellos no te comprenden porque tú estás bien y ellos andan en pecado y te hace actuar como juez sobre sus vidas, exponiéndote así a ser juzgado con la misma medida que mides, sin misericordia.

•  El espíritu de religiosidad, te lleva de un extremo al otro, por ejemplo; si logra ver que te molesta la conducta legalista, te motiva a convertirte en un liberalísta, y no te deja ver que existe una realidad en mayor unidad con la biblia.

•  El espíritu de religiosidad magnifica los errores y defectos de los demás ocupando la mayor parte de tu tiempo productivo mental, dejándote sin tiempo para que mires con objetividad tu propia vida.

•  El espíritu de religiosidad te hace sentirte molesto, y en muchos casos con justa razón, pero te hace hablar y actuar con ira y enojo para que cuando otros te escuchen no tomen en cuenta tus razones y la luz les alumbre y se conviertan.

•  El espíritu de religiosidad te hace creer que le caes mal a todas las personas y que tienes problemas con ellos porque tú eres Cristiano y no te deja ver que en muchos de esos casos es tu conducta es lo que los molesta.

 
Si detectaste que éste espíritu en algún nivel ha estado afectando tu mente, hoy puedes echarlo fuera por el poder de la sangre de Cristo, toma unos días  de oración pidiendo a Dios que te haga libre de su influencia y trata de comprender más este tema de forma personal, reflexiona acerca de la voluntad del padre en cada punto y renueva tu forma de ver las cosas, pronto estarás en completo control de tus pensamientos y podrás reflejar fielmente que eres un seguidor de Cristo.

Elaboró;
José Alejandro Enríquez Sánchez
MINISTERIOS SOBRE LAS  AGUAS